jueves, 15 de agosto de 2013

Entrena bien (II)


Después del repaso de ayer a los consejos para entrenar bien, vamos a seguir tocando este tema. Hablaremos de cómo comportarse en un gimnasio y de aquello llamado tonificación.


Entorno y seguridad

Esto es ya una cuestión de respeto, educación y etiqueta. Hay varias cosas que debemos tener en cuenta. Quizás ya las hagas sin darte cuenta o quizás no, por eso mejor vamos a hacer un repaso:

· Monta y desmonta lo que uses. En el gimnasio al que iba en Londres nadie lo hacía y me ponía de los nervios así que decidí actuar de la misma manera para ahorrarme la mala baba que me venía. Lo normal es que coloquemos los discos o pesos que vamos a utilizar y también ajustemos las máquinas a nuestras proporciones. Aunque los ajustes se dejan como los hemos puesto, debemos retirar todos los accesorios (discos, mancuernas, barras, clips, etc.) que hemos usado. De esta forma se garantiza que el siguiente en venir va a tener todo disponible y organizado. Además, a nadie le gusta entrenar en un sitio donde está todo manga por hombro. Respeta las ubicaciones de cada elemento y respeta a los demás.

· Nunca te interpongas entre otra persona y un espejo. Aunque a veces los espejos son potenciadores de ego, su función es ver cómo ejecutamos el movimiento. La excepción es que vayas a utilizar una máquina que esté situada en ese punto intermedio, ya que es algo inevitable. Si no vas a usar más que una barra o unas mancuernas, busca un lugar donde no molestes; a tí no te gustaría que se pusieran en medio.

· Ayuda y pide ayuda cuando la necesites. En un gimnasio es normal ayudarse entre todos. Si hoy le dices a alguien "no puedo ayudarte que tengo prisa" y no es verdad, no esperes que a ti te traten de otra manera. Todos hemos sido nuevos y todos seremos veteranos, estando unas veces a un lado de la ayuda y otras al otro.

· Cuidado con los obstáculos. Me refiero a dejar todo tirado. Mientras estás montando una barra no dejes todo desperdigado. Intenta poner todo en el mismo sitio y piensa que alguien puede pasar un poco distraído y tropezar. Que todo esté visible y bien colocado para evitar accidentes.

· Da preferencia a quien está haciendo un ejercicio. Si para ir a otra estación tienes que pasar al lado de una persona que está entrenando, hazlo dejando bastante espacio, para que pueda seguir moviéndose con seguridad. Imagínate que estás haciendo un press de banca y pasa alguien rozándote. Esto podría ponerte nervioso/a, provocar inseguridad y hacer que el ejercicio no sea efectivo.


Tonificación

Los objetivos que se buscan en el gimnasio son de lo más variados. Podemos encontrar a quien quiere ponerse "cuadrado", perder peso, coger "fondo", mejorar la velocidad, conseguir mejores marcas en su deporte... Y generalmente las mujeres quieren tonificar.

Vamos a dejar las cosas claras. Cuando hablamos de tonificar, nos estamos refiriendo realmente a que las carnes estén duras. Esto nos lleva a necesitar dos aclaraciones más. La primera es que el músculo no es duro realmente. Es firme, pero no duro. Piensa en una pechuga de pollo, que es básicamente tejido muscular. La otra aclaración es con respecto a la grasa. Por mucho músculo que tengamos, la grasa hará parecer que estemos blandos o hinchados, no tonificados. Por tanto, para tonificar, lo que debemos hacer es perder grasa y ganar músculo. 

Las mujeres no quieren pensar en "ganar músculo" sino en "tonificar" porque no les gusta un cuerpo musculado. Esa preferencia tiene lógica pero no debe ser preocupante. Para que un hombre pueda conseguir crear músculo debe hacer entrenamientos duros y vigilar su dieta y sueño entre otros factores. En el caso de una mujer, debido a su biología, esto debe ser muchísimo más estricto aún. Quiero decir que para que una mujer esté musculada tiene que proponérselo específicamente, ser muy constante y no cometer errores. Para cualquier mujer que busque "tonificar" no debería existir, por tanto, esta preocupación. Se pondrá monísima, pero no "cuadrada".


Me gustaría hacer una última aclaración. Cuando hablamos de músculo parece que nos viene a la cabeza la imagen de un culturista o pensamientos sobre la vanidad y la estética. Debemos desterrar esta manera de pensar, que también nos invade cuando pensamos en alguien que está a dieta y pierde músculo en lugar de grasa. Quizás en este caso nos aproximemos más a la realidad de la diferencia entre estos tejidos. Generalizando, la grasa existe para que podamos tener reservas energéticas a largo plazo y el músculo es para que podamos movernos. Si conseguimos tener bastante músculo y bastante poca grasa, optimizaremos nuestra mecánica corporal para ser más eficientes en nuestra vida diaria. Esto es además una inversión de futuro, ya que a medida que envejecemos perdemos tejido muscular y, por tanto, fuerza. En gran parte se debe a que nos volvemos sedentarios (y no al revés, que nos volvamos sedentarios por perder músculo) pero es algo que suele acabar ocurriendo. Mejorar tus músculos es el mejor plan de pensiones que puedes tener y además dependerá de ti.


Una cosa más: los beneficios del ejercicio son algo que va ocurriendo entre el esfuerzo y la recuperación. Si nunca descansas, nunca mejorarás, sino que acabarás por machacarte en vano. Olvídate de ir al gimnasio 5 días por semana y hacer maratones los otros 2. Tu cuerpo no está diseñado para eso. Vé menos veces al gimnasio y entrena duro y con sesiones cortas, y sal a correr un día en lugar de 2. Tu cuerpo te lo agradecerá no solamente a nivel de rendimiento sino también en cuanto a composición corporal. ¡Y tu mente estará también más contenta!


Si se te ocurren más consejos similares no dudes en dejar un comentario.



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