sábado, 8 de junio de 2013

Enfermedades autoinmunes con paleodieta. Cómo tratarlas: protocolo autoinmune (II)


Ayer hacía una pequeña introducción al protocolo autoinmune, así que hoy vamos a seguir con ello. Este protocolo sirve para tratar este tipo de enfermedades, como pueden ser la celiaquía, ciertos tipos de hepatitis, la esclerosis múltiple, la psoriasis o la fibromialgia.

La dieta paleolítica no es un procedimiento estándar, sino que como sabemos es adaptable a cada individuo. Promueve el consumo de aquello que nos beneficia y descarta lo que no es bueno para cada persona. Hoy en día estamos cegados por unas reglas de alimentación alejadas del instinto, de forma que este acaba anulado. En una alimentación natural, el individuo reconoce lo que le favorece y lo que no. En la sociedad actual se nos educa para comer según la norma y si un niño rechaza un alimento se le fuerza a su consumo. Por otro lado consumimos productos adictivos, como aquellos que tienen un alto contenido en azúcar. Todo ello produce la desnaturalización de la dieta.

Dentro de esa mencionada adaptabilidad de la dieta paleolítica, cabe destacar el protocolo autoinmune. Simplificando, se trata de eliminar esos alimentos que podrían (o quizás no, según la persona) causar algún problema. Así se dejan de consumir productos que suelen ser problemáticos. Estos incluyen gluten (por supuesto, y sin excepción), alcohol (puede potenciar el síndrome de intestino permeable), antiinflamatorios, químicos de droguería y perfumería, huevos, frutos secos, semillas (también café, cacao, pipas y especias basadas en semillas), solanáceas (como patatas, tomates, pimientos y derivados, incluyendo pimentón) y cualquier posible contaminación cruzada con los elementos anteriores (como coger un trozo de pan -que incluye gluten- para otra persona y luego prepararnos una ensalada para nosotros mismos sin lavar las manos). Es importante evitar totalmente estos productos para que no le estemos aplicando este recuerdo a nuestro sistema inmune. Al eliminar ciertos alimentos también se recomienda incrementar otros para no desequilibrar los requerimientos del cuerpo. Este protocolo se debe seguir durante unos 30 días y reintroducir progresivamente los elementos eliminados.

Para más información sobre el protocolo autoinmune puedes consultar la web de Paleo Mom, que también explica el síndrome del intestino permeable, o el libro Practical Paleo. Lamentablemente ambas fuentes están en inglés.

En muchas ocasiones he dicho que no he detectado aún ningún alimento que mi cuerpo no pueda procesar bien. Desde hace un tiempo vivo con un consumo de azúcar virtualmente nulo y gracias a ello mi sensación de hambre es más fiable y tarda más en aparecer, y no tengo caprichos/adicciones. Pero he pensado en hacer el protocolo autoinmune en algún momento, por dar un paso más en la dieta paleolítica, por probarlo, por ver cómo me hace sentir y porque si tuviese algún trastorno latente no detectado, podría curarse automáticamente. Nunca se sabe.


Si tienes algún tipo de enfermedad autoinmune te animo a que busques más información y pruebes durante 30 días el protocolo. O si padeces algún tipo de trastorno crónico también te puede ayudar. Incluso puede que tengas una enfermedad que es autoinmune pero no sabes que lo es. Estoy harto de leer en grupos y foros los resultados positivos que muchas personas han logrado gracias a ello. Algunos han podido volver a comer los alimentos eliminados aunque en cantidades menores. Otras personas han tenido que olvidarse de ellos para siempre pero les vale la pena. Si necesitas alguna información adicional no dudes en dejar un comentario o escribe a paleondres@gmail.com


Imagen: blog.womenshealth.northwestern.edu

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