domingo, 17 de marzo de 2013

BPA: Qué es, dónde se encuentra, cómo evitarlo y por qué



El Bisfenol A, generalmente abreviado como BPA, es un frecuente componente en plásticos, utilizado para darles dureza. Desde hace décadas se sospecha que es tóxico pero las evidencias son mayores cada vez.

Dado que la dieta paleolítica intenta recrear el modo de vida ancestral, hay muchos seguidores que evitan a toda costa plásticos con BPA. Claramente no es posible evitar todo tipo de plásticos en el mundo actual, pero es mejor decantarse por aquellos sin él.

Recientemente, la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha advertido de los riesgos de estos componentes, que cada vez son más frecuentes. Es preocupante, sobre todo, el efecto que producen sobre las hormonas y por el que se les llama "disruptores endocrinos". Esto ocurre incluso con muy pequeñas cantidades. Cuando insertamos en nuestra maquinaria piezas que no deberían ir, el resto se atascan, pierden efectividad y surge el caos. La fundación Vivo Sano está llevando una campaña en la que se pide la eliminación del Bisfenol A. Solicitan que cualquier alimento, bebida o sus contenedores estén libres de este componente, aludiendo a su toxicidad y recordando que hay centenares de estudios que lo relacionan con problemas de salud. De hecho, en Francia ya está prohibido por una ley que entrará en vigor próximamente. 

El BPA lo encontramos únicamente en plásticos. Si te fijas, todos los plásticos vienen marcados con uno de los iconos que encabezan esta entrada. Este icono, usado para su reciclaje, nos informa de la composición o tipo de plástico utilizado. Aquellos marcados con el número 3 pueden contener Bisfenol A. Los del número 7 pueden ser una mezcla de cualquiera de los otros tipos, por lo que también podrían incluirlo.

El plástico, al contactar con los alimentos, les propaga restos de BPA. Muchas latas de conserva, a pesar de estar fabricadas con metal, tienen un recubrimiento interior de plástico, que puede contaminar también los alimentos. Ante esto, lo mejor es reducir al máximo la dependencia del plástico, incluso de aquellos distintos a los números 3 y 7. Cuando podamos, es mejor optar por envases de vidrio o de acero inoxidable, más estables y naturales. Recuerda que el plástico viene casi siempre del petróleo. Puedes empezar por evitar las bolsas de plástico y usar la tuya de tela, y comprar las especias y el aceite en botes de cristal. También es recomendable lavar la comida para eliminar parte de estos componentes. Además, piensa en reducir tu consumo en general. Los deseos son neolíticos, las necesidades son paleolíticas.

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