Estoy de acuerdo: a veces la dieta paleolítica puede ser complicada. Demasiadas razones, demasiados estudios, demasiada información. En realidad no tiene por qué ser tan difícil. Generalmente explicamos las cosas por el "camino largo" pero esto es simplemente para dejar bien claro por qué tomar uno u otro comportamiento.
Uno de los principios fundamentales de la vida paleolítica es su simplicidad frente a la vida moderna, plagada de información superflua, objetos innecesarios y actitudes tóxicas. Ante esto, toca hacer un pequeño resumen para dar explicaciones breves. No serán estas muy precisas, pero sí útiles como esquema.
-Cereales y legumbres: innecesarios, posteriores a la introducción de la agricultura, pobres nutricionalmente en comparación con su carga calórica, proteína de escasa calidad y dañinos para el intestino. Los integrales perjudican aún más el intestino y bloquean más la asimilación de micronutrientes.
-Leche y derivados: la naturaleza creó la leche para los terneros, no para humanos adultos; hay altísimas tasas de intolerantes a la lactosa y la caseína (una de sus proteínas) también puede causar complicaciones. Una vaca salvaje sería imposible de ordeñar.
-Alimentos procesados: no somos dioses ni la madre naturaleza. No podemos hacer las cosas mejor que ellos. Lo único que podemos hacer es valernos de ciertas herramientas como la conservación de alimentos.
-Grasas saturadas: han estado en la dieta humana toda la vida y son necesarias para muchas funciones tanto hormonales como estructurales. Cualquier animal las tiene en su cuerpo aunque tenga un cuerpo magro.
-Ayuno intermitente: en el paleolítico no había neveras y comer significaba cazar previamente. Levantarse y hacerse unas tostadas es un invento moderno. Un ligero ayuno permite a nuestro cuerpo renovarse y, paradójicamente, tener más energía.
-Obesidad: estamos hechos para tener un cuerpo ágil y "limpio". Cuando esto no es así, algo está fallando, principalmente en nuestra dieta.
-Calcio: no existe sólo en la leche, sino también en verduras, y se aprovecha mejor.
-Fibra: las verduras y las frutas son una fuente mucho más recomendable que los cereales.
-Cetosis: estado del organismo en el que se producen cuerpos cetónicos como resultado de la quema de grasa. Se supone que era habitual durante el paleolítico debido a la menor disponibilidad de los carbohidratos. No confundir con cetoacidosis.
-Orgánico: forma de producción agraria o ganadera en la que se evitan los químicos todo lo posible, dejando a la naturaleza obrar por su propia mano. Por ello, los productos orgánicos son más naturales y, sin duda, más sanos; también más caros, claro.
-Equilibrio omega-6:omega-3: es la relación entre estos dos ácidos grasos poliinsaturados. Aunque ambos son necesarios, actualmente la balanza se inclina a favor del omega-6 con mucha diferencia. Debemos mantener una relación de 1:1, 2:1 o hasta 5:1. En la actualidad puede ser de 10:1, 20:1 e incluso 50:1, promoviendo una inflamación crónica.
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